Que dejen en paz la estatua de Robert E. Lee.

Este pensamiento es el que ha hecho dudar en sus declaraciones a Donald Trump.

Lo que ocurre es que al final el protagonismo se lo han llevado los del KKK, los supremacistas y los neonazis, y ya así cualquier matización se antoja imposible.

Y para eso está también allí la CNN, que actúa igual que aquí La Sexta.

Y en fin, que se antoja imposible ahora recordar que el general Robert E. Lee para muchos fue el mejor general de aquella Guerra de Secesión, y el perfecto graduado de West Point.

Y que sí, que el general Ulysses S. Grant al final le ganó la guerra, pero que nunca o casi nunca le ganó una batalla, y en West Point casi no hubo un alumno peor.

Sí, es un poco como en la II Guerra Mundial lo de los mariscales Erwin Rommel y Bernard Law Mongomery.

Por eso, hasta ahora al menos, siempre se ha intentado hacer ver que Robert E. Lee encabezó el ejército confederado por lealtad a su origen sureño y no por ser un fanático.

Y así, y hasta casi ayer, se venía intentando ver aquella Guerra Civil como una contienda en que habían muerto estadounidenses del Norte y del Sur por defender sus ideales y que por eso todos ellos merecían un parecido respeto.

Y así, el tomarla ahora con las estatuas a Donald Trump le puede parecer equivocado y le puede hacer dudar en sus comentarios, pero imposible el matiz con el KKK y los neonazis en todo el medio.